domingo, 14 de abril de 2013

Sueños suspendidos

Era una pesadilla real, bastante metafórica, angustiosa, y horrible. La verdad, para eso prefiero ni soñar. Sólo me apetece escribir de qué iba para acordarme un poco. Se remontaba a un pasado o presente o futuro inexistente, un mundo paralelo en el que conforme estoy ahora, estaba estudiando y yendo a clases… salía una profesora, una compañera mía, yo llenando la mochila… todos los rostros eran desconocidos para mi yo real, pero muy cercanos para mi yo en ese mundo paralelo… El caso es que había un problema. No iba a aprobar ninguna asignatura. Y la ansiedad se apoderaba dentro de mí, el saber que ya no me daba tiempo a recuperar ese tiempo, y lo peor de todo... Mi tutora actuaba como si yo fuera a aprobar todas las asignaturas, y yo no dejaba de torturarme pensando en cómo la iba a decepcionar, y qué iba a pasar a partir de entonces… Y sí, hasta en sueños tuve un ataque de ansiedad.

Me parece que es un ejemplo perfecto de la situación en mi vida. Hasta el aletear de una mariposa, puede provocarme un torrente de emociones en el interior que me provoca estallar en llantos, angustias, dolores de cabeza, rabia, impotencia… Veo mi vida como si tuviera 80 años, y tan sólo tengo 27. "Tan sólo"… Que ironía. Sé que los tiempos han cambiado, sé que las personas tardamos más en madurar, tenemos más esperanza de vida… Pero entonces no entiendo por qué siento como si mi tiempo aquí se hubiera terminado, como si intentaran retenerme a la fuerza, como si alguien tuviera poder real sobre la vida de una persona. Nos creemos libres, pero no lo somos. No podemos elegir si nacemos o no, si queremos venir a este mundo, o si lo vemos tan podrido que no nos apetece hundirnos en el fango una y otra vez, una y otra vez. Nos creemos libres, y no sólo estamos supeditados a un sistema que ya no somos capaces de controlar, ni si quiera somos capaces de revelarnos contra él. Porque está hecho para que pensemos así. Todo está organizado para que creamos que así son las cosas, así es la mayoría de la gente y así tiene que seguir siendo durante siglos y siglos porque así nos lo sirven en bandeja, y si hay cambios, han de ser poco a poco, poco a poco... Sonará a película, pero es cierto. Nos hacen querer cosas que no necesitamos, nos hacen desear deseos que en verdad no albergamos, nos obligan a comprar, a consumir, y no hablo de objetos, no, lo peor es cuando nos obligan a consumir personas, a devorarlas… Y nos hacen creer que tenemos poder para cambiar las cosas. Y no es cierto, se lo inventan para que sigan las cosas como están... La única solución real sería algo tan tan tan nazi, que ni me atrevo a publicarlo aquí. Es algo que debatiré en privado profundamente, para ver si algún día logro explicar mi utopía, aunque ni si quiera eso sirva para nada.

Nos creemos libres y cuando votamos, no sabemos ni a quién votamos, sólo vemos lo que nos quieren enseñar, una pantomima, una obra de teatro, un show que sólo trata de poder y poder y poder personal. Personal, y nunca, nunca global. Y siempre es así. Las pocas personas que tienen cierta capacidad como para entender que todo el puto mundo está podrido, hacen varias cosas: o se unen a él, para operar desde dentro (yo los llamo "topos mediáticos"), o se dejan llevar por la corriente para creer que así su existencia tiene más sentido, prefieren estar dentro del juego que sentados en el banquillo, o viven ignorando la realidad toda su vida porque ni si quiera se lo plantean, o porque han decidido que se está mejor así… o se vuelven completamente locos intentando encajar en un mundo que parece que lo único que quiere y desea con todas sus fuerzas es autodestruirse. O eso, o simplemente, si la pieza no encaja, la quitan.

Y no, no nos engañemos, no somos libres. No nos dejan elegir si queremos nacer, pero tampoco nos dejan elegir si queremos morir. En serio, ¿a quién le entra eso en la cabeza? ¿Tan rara soy pensando de esa manera? Ni si quiera soy dueño de mi existencia. No tengo poder para decidir si quiero sobrevivir, vivir, o si quiero estar un tiempo, organizando todo, haciendo lo mejor posible las cosas, para cuando esté todo preparado, decir adiós a esta mierda de mundo al que todos hemos sido expulsados. Si intentas suicidarte, y fallas, primero, pueden creer que sólo intentas llamar la atención (y en la mayoría de los casos, así es). Pero no sólo eso. Sino que, cuando tus razones para hacerlo, no vienen de una llamada de atención, ni de una locura o fallo en la mente humana y sus neurotransmisores, cuando tus motivos son tan legítimos como los que cada persona cuerda pueda tener para vivir… la gente, la gente, sí, la otra gente que no eres tú, tiene el derecho, no, el deber, de socorrerte, de reanimarte, de no dejar que seas libre escogiendo el camino que tú mismo has elegido o te gustaría poder elegir. Entiendo que hay muchísimos motivos por los cuales una persona pueda desear suicidarse, soy consciente de que algunos podrían tener fundamento, y otros no, pero comprendo que no son personas débiles, o cobardes, o no todas. Me da igual que la gente me tache de loca, pero se debe de ser IGUAL de valiente para tomar una decisión, como para tomar la otra. Me parece igual de valiente la persona que decide vivir, como la que decide no seguir con su existencia a la que no le encuentra sentido. Cuando a Neo se le ofrecieron dos opciones, la pastilla roja, o la azul, despertar, o seguir en un sueño… para mí, hubiera sido igual de valiente eligiera la que eligiera. Ambas elecciones tenían consecuencias, ambas elecciones acarreaban actos posteriores, ambas elecciones tenían pros y contras. ¿Por qué la gente no puede entender que la vida es lo mismo? 

El mundo da asco, las personas que están en el poder lo dan más aún, la pobreza, la injusticia, lo retrasado moralmente que me parece el ser humano… no es normal. O estoy enferma, o loca, o yo que sé, pero sólo quiero tomar una de las dos pastillas de una vez, quiero decidirme, quiero saber qué quiero, quiero saber si quiero algo, quiero saber si aún tengo motivos para querer sentirme viva. Quiero aprender a controlar todo lo que pasa en mi cabeza, en mis huesos, en mi sangre, en mi corazón. No quiero que me supere ver el telediario, no quiero que me supere un desamor, no quiero que me quiten las ganas de vivir el pensar que nada sirve de nada, quiero volver a pensar que todo es por algo y al final, será por algo bueno… pero escucho estas palabras de mi yo pasado y me parecen huecas, vacías, sin alma… Necesito ayuda, y no se cómo lo van a conseguir… Sólo quedan cuatro días, y me da miedo que ese día, por fin, me de por decidir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja algo si crees que tus palabras serán más interesantes que el silencio :)